martes, 12 de marzo de 2019

Piedra Filosofal

piedra filosofal

La piedra filosofal es una sustancia alquímica legendaria que se dice que es capaz de convertir los metales bases, tales como el plomo, en oro o en plata. Ocasionalmente, también se creía ser un elixir de la vida, útil para el rejuvenecimiento y, posiblemente, para lograr la inmortalidad. Durante muchos siglos, fue el objetivo más codiciado en la alquimia. La piedra filosofal era el símbolo central de la terminología mística de la alquimia, que simboliza la perfección en su máxima expresión, la iluminación y la felicidad celestial.

Creación

La piedra filosofal es creada por el método alquímico conocido como el Mágnum Opus o La Gran Obra. Con frecuencia se expresa como una serie de cambios de color o procesos químicos, las instrucciones para crear la piedra filosofal son variadas.Cuando se expresa como una serie de procesos químicos frecuentemente incluye siete o doce etapas finales en la  multiplicación y proyección.

Ingredientes

Los ingredientes son muy discutibles. Jacques Sadoul tiende a pensar que son:
  • Una mezcla de pirita (de hierro) o tierra muy rica en hierro. Es un elemento que todos conocían. En esa época solo se habían descubierto seis elementos. El mercurio de los filósofos y el azufre filosofal no son los elementos químicos, sino preparados a partir de la pirita, mezclados con ácido tartárico.
  • Ácido tartárico. Es un compuesto extraído de la encina, árbol que numerosas veces se muestra en el Mutus Liber (libro mudo). Un argumento a favor es que en algunas fases del proceso de elaboración de la piedra se debe hacer a oscuras, pues el ácido tacarico es sensible a la luz y sería el responsable del cambio de color de la Opus magnu.
  • Rocío. En una de las láminas del Mutus liber se muestran plantas que sirven de soporte a telas  época del año establecida por animales, que hacen referencia al horóscopo occidental, se capta rocío.
  • El rocío y el ácido tartárico se mezclan con la pirita para obtener el mercurio de los filósofos o el azufre filosofal.
Una de las características de la alquimia es que en los escritos se establece un lenguaje confuso, con la intención de despistar a quien quiera construir la piedra. Así, por ejemplo, se supone que las referencias al azufre y al mercurio no aludían a los elementos químicos verdaderos, sino a alguna variante de éstos, conocida solo por los alquimistas.

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